RETRONASAL Y RETROGUSTO ¿QUÉ SON?
Retronasal y retrogusto ¿Cuántas veces hemos oído hablar de ellos? Tanto en catas, como en artículos o en fichas de vino, hemos escuchado estos términos millones de veces. Si eres de aquellos que cuando escuchas estos tecnicismos no sabes muy bien que significan, desde Maite Geijo Vinos vamos a intentar aclararte cualquier duda.
Retronasal y retrogusto, ambos hacen referencia a sensaciones que experimentamos una vez catado el vino. En el caso de la retronasal sepas o no sepas de vino, siempre vamos a sentir de una manera más intensa o menos intensa la retronasal del vino.
Utilizamos el término retronasal para indicar los aromas y sensaciones que deja el vino en la parte de atrás de las fosas nasales una vez que se ha bebido. Cuando catamos un vino, en el momento de tragar, el movimiento de la faringe tiende a crear una ligera sobrepresión interna que rechaza hacia la nariz los vapores que llenan la boca.
Los aromas percibidos experimentan un cambio brusco comparándolos con los de la fase olfativa directa debido al aumento de la temperatura de evaporación de los compuestos volátiles.
Gracias a la retronasal podemos apreciar matices del vino que no averiguamos de un inicio.
El término retrogusto, también conocido como postgusto, es mucho más amplio. Englobando todos los aromas y sabores que permanecen en la boca, garganta y nariz tras beber el vino.
El concepto del retrogusto incluye como parte de esas sensaciones de las que hablábamos las retronasales. De ahí que estos dos conceptos estén muy ligados y mucha gente tiende a confundirse.
*Todos los vinos poseen postgusto